Si al derecho de los animales

 

Pensamos que el consumo de carnes debe ser tan reducido como sea posible en cada familia. 

Los estilos de vida de las pasadas generaciones basadas en consumo ilimitado de carnes rojas deben desaparecer. Nuestra especie y sus avances tecnológicos y educativos deben trascender los usos y costumbres populares que nunca respetaron los derechos de las demás especies. 

La depredación, explotación y abuso animal tienen que llegar a su final absoluto para dar la bienvenida a nuestras próximas generaciones, quienes tomarán nuestros lugares, nuestros hogares y actividades económicas para fundar una civilización de pensamientos verdes

Plantemos más árboles por el bien de todos

 

Este planeta sería muy triste sin el verdor de las plantas. Disfrutamos de la sombra bajo un gran árbol y nos deleitamos con sus esencias naturales después de un poco de lluvia. 

Cuidemos nuestros árboles, sembremos más semillas porque nuestras pequeñas acciones son una aportación invaluable para todo el planeta. 

Mi vida verde

 

Recuerdo que desde niño me impresionó mucho la depredación del ser humano sobre otras especies. Esa realidad no pude aceptarla y aunque mis padres hicieron lo posible por cambiar mis ideas y convertirme en un come carne opuse toda la resistencia como me fue posible. 

No fue nada fácil porque la generación de mis padres no conocía una forma de vida sin consumir carnes rojas. 

• Carnes rojas para la plato fuerte en medio día

• Carnes rojas para las convivencias entre familiares

• Carnes rojas para celebraciones

• Carnes rojas para todo

No solo el abuso al ganado vacuno, sino a los bovinos, a las aves y los peces. El ser humano es un depredador insaciable que extermina otras especies. 

Tan pronto y me convertí en adulto tome mis decisiones sobre mis hábitos alimenticios y se que podré adoptar aún nuevas formas de vida mucho más amigables con las demás especies animales. 

 

El Otro México

 

El libro de Fernando Jordán, “El Otro México” provocó en mi gran admiración por esta tierra peninsular, Baja California Sur. Casi somos una isla y somos parte de México, pero si investigamos la historia y diversos acontecimientos, realmente nos da la sensación de que no somos parte de esa tierra al otro lado del mar de Cortés.

Leer la aventura de Jordán sobre su viaje desde el norte hasta el sur de esta franja de tierra a la que él llamó “El Otro México” influyó mucho en mis deseos de aportar algo al mundo, aunque fuera muy pequeño. 

Jordán narraba en su novela de aventuras por el desierto haber conocido a un explorador y empresario extranjero de apellido UTT, quien cada año viajaba desde su país natal al norte de México para gozar de sus vacaciones en la Sierra de San Pedro Mártir para deleitarse en “Sembrar Truchas” en los diversos arroyos y riachuelos. A partir de ese momento se les conoció como las Truchas de UTT. 

Desde hace no mucho tiempo, he estado recolectando semillas. Tantas semillas como me es posible para esparcirlas en zonas semidesérticas aledañas a la ciudad de La Paz, BCS. México.

 

He tenido la suerte de ir de aventura y sembrar diversos tipos de semillas:

 

• Enredaderas o plantas trepadoras de diversas especies

• Árboles de Nim

• Árboles de Pistacho

• Árboles de Colorines

• Mango

• Aguacate

• Melón

• Sandía

• Zapote

• Huamúchil

• Huinacaxtle 

• Tamarindo

• Moringa

He decidido sembrar algunas especies muy cerca de lugares húmedos y ojos de agua para ofrecer una mejor oportunidad a esas semillas para germinar y sobrevivir tiempos de sequías.